Fuente: Pax Augusta (4/7/2107)
Justo
ahora se cumplen 60 años de unos hechos que eran claros avisos de un ataque
militar contra el territorio español de Ifni, situado en la costa occidental de
Marruecos casi a la altura de las Islas Canarias. Pero nadie hacía caso a esos
alarmantes indicios bélicos en el gobierno de Madrid. Bueno, existían unas
importantes excepciones en ese escepticismo gubernamental, los gobernadores
militares de esa futura provincia española. El veterano y
eficiente gobernador, el general Pardo
de Santayana, ya advertía en marzo
de 1956 de un peligro real: la confrontación por la insurgencia que
generaría la introducción de impuestos (no habituados a ellos) entre la
población local. Una medida impopular pero que quería ir convirtiendo al
territorio en una “provincia normalizada”, que pagase sus impuestos como cualquier
otra de la península.
Ruinas del puerto sistema teleférico de Sidi-Ifni construido por España.
Pero
el general Pardo fue conminado por Madrid a no emplear la fuerza
militar preventiva, que quizás hubiera desbaratado los planes de ataque
independentistas. Tampoco el general Gómez Zamalloa, sustituto por retiro de Pardo Santayana el 23 de junio de 1957,
tuvo mejor suerte con sus informes que advertían de un probable ataque a
gran escala sobre Ifni o al Sáhara español. Ni siquiera Madrid, aunque
ya en el mandato del general Pardo se habían producido reuniones
informales con militares franceses, dejó que el ejército del A.O.E (África Occidental Española)
colaborara de manera explícita y completa con el ejército francés, que
ya llevaba en combate con los milicianos marroquíes en la zona mauritana
y argelina del Sáhara bastantes meses.
Francia ofreció colaboración que el Régimen rechazó enrocado en su arriesgado equilibrio de seguir deseando ser el único “hermano” europeo del mundo árabey de los países del Tercer Mundo, que tan buenos réditos había dado ayudando a España a entrar en la ONU.
La idea que marcó la respuesta ante la crisis fue que un país hermano,
por el que tanto se había hecho en su independencia, no atacaría a los
intereses españoles. Esa ingenua apreciación fue la única resolución que
se tomó desde el palacio de El Pardo ante la evidente crisis.
Costosa forma de abastecer a la ciudad y a los suministros de armas antes de construir el puerto.
Si el asesinato de policías nativos de Ifni,
los sabotajes y los ataques deliberados a patrullas españolas desde enero de 1957, no convencieron de
la necesidad de refuerzos y de un cambio de actitud que significase una muestra
de fuerza y seguridad en la zona, sí que pareció empezar a preocupar en Madrid
las evidencias que aportaban los franceses de los repliegues y agrupamientos de
las fuerzas rebeldes en torno a la frontera del enclave.
Para
cualquier militar de academia tenía
que ser evidente el próximo ataque contra esa “isla” española rodeada de tierra
marroquí. La clarividencia del general Pardo de Santayana no fue atendida a
tiempo. Además su sucesor, el nuevo gobernador Gómez Zamalloa, atemperó la
tensión de Ifni en uno de sus primeros
informes a Madrid (finales de junio 1957) que situaba mayor peligro de
ataque en el Sáhara. Finalmente, en la reunión
de la Junta de Defensa Nacional celebrada el 27 de julio y a la que acudió
el general Zamalloa, se trazó el Plan Madrid como estrategia en previsión de un probable
ataque a Ifni y al Sáhara.
No pudo
ponerse en práctica ya que las tropas de refuerzo, enviadas al final de
noviembre, desembarcaron muy tarde, en un
territorio ya en plena guerra.*
* Extracto de mi Trabajo Fin de Máster en Historia Contemporánea de España
|