Fuente: El Faro de Ceuta
La
Guerra de Ifni-Sáhara 1957-58. El autor del artículo relata la
situación que vivieron muchos soldados que no eran de combate para
reforzar a las tropas españolas
A raíz de los ataques de noviembre de 1957 a los territorios de Ifni y
Sahara, las guarniciones de dichos territorios se vieron en principio
impotentes para frenar los ataques de las Bandas Rebeldes a los puestos
del interior, concretamente en el Sahara dichas Bandas Rebeldes llegaron
hasta las afueras de la población de El Aaiún, donde los ataques eran
principalmente por la noche.
Las primeras unidades que
llegaron al Sahara fueron el Batallón de Infantería “Extremadura 15”
desde Algeciras y el Batallón "Castilla 16" de Badajoz, ambos de
infantería y también grupos de sanidad, Intendencia, Ingenieros, Sanidad
Automovilismo y de Infantería de Marina, todos ellos para reforzar a
las guarniciones del Sahara donde se hallaba la XIII Bandera de la
Legión que posteriormente llegarían otras Banderas Legionarias, la IV
Bandera y IX de la Legión.
Pablo Treceño Campillo era cabo conductor. (Foto cedida)
De la gravedad con que se enfrentaban las tropas españolas lo detalla
con claridad que el 30 de noviembre de 1957 cuando un convoy de la XIII
Bandera de la Legión regresaba de Cabeza de Playa de Aaiún con víveres
desembarcados en dicha playa, fueron atacados por un numeroso grupo de
Rebeldes, entablándose un duro combate cuyo resultado fue herido grave
el capitán Venerando Pérez Guerra fallecido posteriormente en el
Hospital de Las Palmas y muerto el legionario German Taboada y heridos
el teniente Manuel Huertas Suarez de Vega y el legionario Manuel García
Alcázar y otros ocho legionarios heridos. El enemigo dejó nueve
cadáveres y abundante armamento y munición.
“Lo triste es que aquel capitán y teniente ignoraron el artículo 16 de las Reales Ordenanzas de las FAS”
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A partir del 30 de
noviembre de 1957 se reanudaron los ataques a El Aaiún, lo mismo con
fuego de ametralladoras y morteros y también con armas cortas, pero
rechazados con energía por las tropas españolas sin apenas sufrir bajas.
Ante
los insistentes ataques en El Aaiún hubo que recuperar a unidades que
no eran de combate, como por ejemplo a soldados de Automóviles,
Intendencia y Sanidad entre otros, con armamento obsoleto como los
“Mausers”, que no era el armamento adecuado para hacer frente al
enemigo, ya que este utilizaba moderno armamento americano y francés,
pero aquellos jóvenes soldados de reemplazo en todo momento dejaron bien
puesto el honor de las armas.
Del regimiento de la Reserva de Automóviles al Sahara
Pablo Treceño Campillo era cabo conductor de dicho regimiento y en los
últimos meses de 1957 en el acuartelamiento de dicho regimiento se formó
una expedición de soldados conductores al mando de un oficial, saliendo
por ferrocarril para embarcar por vía marítima con destino a Santa Cruz
de Tenerife. Posteriormente, días después embarcaban de nuevo desde
Tenerife con un viaje movido y ajetreado y lleno de incomodidades para
desembarcar en Playa de Aaiún. Una vez en El Aaiún, el cabo Pablo
Treceño Campillo le tocó vivir los momentos más amargos de su vida y fue
el 13 de enero de 1958 en el trágico combate de Edchera, donde tan
heroicamente se comportó la XIII Bandera de la Legión y con tantas bajas
que ocurrió.
“Por la noche teníamos que hacer rondas de vigilancia debido a los ataques de los guerrilleros”
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Recuerda Pablo que “cerca del mediodía sonó la alarma y tocaron
“generala” reuniéndonos formados a todo el personal, telefonistas,
escribientes, y nosotros del Grupo de Automovilismo. Nos dotaron de los
fusiles ‘Mauser’, los cuales no estaban en muy buen estado, munición al
completo y varias cajas con cartuchos y subimos a los camiones para
reforzar a los legionarios de Edchera, en el interior de los camiones y
transcurrido un buen rato nos bajaron de los camiones ya que no hacía
falta acudir a Edchera.”
“El drama que nos tocó vivir dicho
día jamás se me borrará de la mente. Tan duro fue ese momento que hasta
derramamos algunas lágrimas cuando nos trasladamos al hospital para
ayudar a bajar de los camiones a los más de 40 muertos y cerca de 90
heridos, algunos de los cadáveres horriblemente mutilados y
desfigurados, y nos dejaron allí para ayudar a los médicos y enfermeros
para lo que nos ordenaban que hiciéramos.”
“Por la noche
teníamos que hacer rondas de vigilancia debido a los constantes ataques
de los guerrilleros, y una noche que me encontraba de ronda con varios
soldados, era una noche muy oscura y apenas se veía a unos metros de
distancia, a lo lejos vimos un bulto que se movía. Por tres veces
consecutivas le di el ‘alto’, y como quiera que no obedecía disparé y al
instante oímos unos quejidos y era una mora que estaba mermada de sus
facultades mentales y por las noches solía escaparse de su ‘jaima’.
Inmediatamente vino un Jeep de la Policía Territorial y se la llevó.”
“Lo
curioso que sucedió es que fui evacuado al Hospital Militar de Las
Palmas en un avión ‘Junker’ del Ejército del Aire, donde íbamos soldados
y algunos paisanos, comprobando que junto a mi iba una mujer mora que
resultó ser la que yo había herido.”
Amargo regreso
Pablo relata como “en junio de 1958 los componentes del Grupo de
Automóviles regresamos a Madrid vía Las Palmas y finalmente Cádiz, y el
10 de Julio de 1958 llegamos a Madrid, día de nuestro patrón ‘San
Cristóbal’, un día triste al presentarnos al oficial de guardia y al
capitán de cuartel para explicarles que llevábamos dos días sin comer y
no hicieron caso. Intentamos salir del cuartel pero con sandalias no nos
dejaban. Tuvimos que pagar a unos compañeros 25 pesetas para poder
salir a un bar y comer unos bocadillos.”
“Una vez licenciado
llegué a mi pueblo Congosto de Valdavia (Palencia) y caí enfermo y el
médico que me atendió contactó con el regimiento y expuso que tenía que
guardar mínimo un mes de reposo debido a la anemia que sufría y una vez
licenciado pasé a la vida civil como conductor de camiones dejando atrás
los meses de sufrimiento.”
“Lo triste es que aquel capitán y teniente ignoraron el artículo 16 de las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas.”
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