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Pius Pujades Lladó
El tercer libro escrito por un catalán
(y este en un buen catalán) es el que, bajo el título de "MEMÒRIA
D'IFNI", editó CCG Edicions en 2008. Su autor, PIUS PUJADES LLADÓ,
nacido en Gerona en 1938, maestro, periodista, fundador de Punt Avui, de
cuyo diario fue también director, hizo la mili en el Grupo de Tiradores
entre 1960 y 1961, aunque de los diecisiete meses que tenía que haber
estado sirviendo, más de la mitad los pasó hospitalizado (por
enfermedad) tanto en Sidi Ifni como en Canarias.
Es un bonito libro de memorias, muy bien
escrito, redactado a partir de notas esquemáticas que fue tomando
durante la mili y que guardó al licenciarse. Ese soporte y la "memoria"
que, aunque se diluye con el tiempo, ha procurado no contaminarla con
las "cosas" que ha sabido posteriormente, lo convierten en un magnifico
testimonio de uno de esos catalanes que ahora, la propaganda política,
nos quiere vender que fueron despreciados por su procedencia.
Veamos lo que dice Pujades, un teórico
"sufrido y despreciado" soldado catalán, al que voy a traducir bien y
fielmente (páginas 26 y 27):
Pius Pujadas (foto colgada en Internet)
Al día siguiente de incorporarme me
llamaron para pasarme al IV Tabor. Un amable teniente me puso en manos
de un sargento, previa explicación de que lo había reclamado el
comandante Rico al que me habían recomendado (la familia de su esposa,
que era de Gerona). En todo caso, mi plaza en el Tabor del que procedía
sería ocupada "por otro catalán", pues ningún comandante permitiría que
le quitasen un catalán sin suplirlo por otro... Meses más tarde
comprendí aquella exigencia... En Ifni saben, por experiencia, que los
soldados catalanes son mucho mejores que los otros... Comprendo que
decir esto da un poco de vergüenza. Pero no hago más que repetir lo que
me explicaron por boca de oficiales y suboficiales (ninguno de ellos
catalanes) ... He de constatar que en los años sesenta en Ifni era un
mérito que se reconocía de entrada, a todos los niveles. Nunca oí la
palabra "polaco" ningún mando nos recriminó por hablar en catalán entre
nosotros. Cuando he oído comentar que la mayoría de los catalanes que
hacían la mili eran mal vistos a causa de su origen o su lengua, me ha
causado gran sorpresa al contrastarlo con mi experiencia personal... La
mayoría de las plazas de escribientes de Tabor o Compañía estaban
ocupadas por catalanes.
Ser catalán tenía otras pequeñas ventajas.
Cuando pasábamos el mes en el cuartel del Grupo, nos solíamos librar del
trabajo de lavarnos la ropa pues de ello se encargaban los musulmanes a
los que no era necesario pagarles por anticipado (como a los soldados
de otras regiones) pues confiaba en nuestra seriedad... (página 190):
Llevaba otra recomendación. Era para el teniente Juan Pérez Ple, de
Gerona, cuya madre le escribió... Al conocerme me preguntó si estaba
bien allí, y al contestarle que sí se desentendió (de momento)
completamente de mí. Tenía mala fama este teniente entre los soldados a
los que aplicaba duros castigos físicos... El comandante Rico (ambos se
conocían por haber estado destinados juntos en Gerona) le dijo un día:
mira que esto no es la Península. Aquí cualquier día puede haber tiros y
si sigues así el primero será para ti... (página 208): en la oficina
los sargentos eran más normales que durante la instrucción, se
empequeñecían. Nos trataban con educación y nos pedían muchas veces
ayuda para redactar documentos oficiales e incluso particulares...
(página 270): me preguntó el comandante Rico de cómo estaba el Tabor
desde que él lo había dejado para pasar a comandante ayudante del Grupo,
y al decirle que mi paisano (el teniente Pérez Ple) me hacía ir de
cabeza, me respondió: "No hay peor cuña que la de la misma madera" ...
(página 293): sí, tenía una pleuresía. Tras el diagnóstico me ingresaron
en el Hospital, me quitaron la ropa de militar, pasé por una buena
ducha, me dieron un pijama limpio de color blanco y me metieron en una
buena cama... Cuatro meses de tratamiento, bien alimentado, bien
tratado, sin nada que hacer excepto conversar con otros compañeros
enfermos... Cuando ya podía decirse que estaba totalmente curado
solicité que me trasladaran al Hospital de Las Palmas de Gran Canarias y
el médico, tal vez influido porque el comandante Rico me había visitado
en el Hospital, me envió allí y pude estar casi un par de meses fuera
de Ifni.
Que los lectores saquen sus conclusiones
sobre los verídicos relatos de este catalán (y catalanista) de Gerona y
las plañideras historias que ahora nos endosan los "comisarios
políticos" de la exposición de fotografías.
A continuación, vamos a traer,
sucintamente, los relatos de otros soldados catalanes que hicieron la
mili en Ifni, cuyas manifestaciones se encuentran en el libro HISTORIAS
SECRETAS DE IFNI (HABLAN LOS SOLDADOS).
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