Fuente: El Correo Gallego
Hoy hace sesenta años de la fecha convencionalmente
aceptada que supuso el final del conflicto de Ifni. Aquel 30 de junio de
1958 el almirante Luís Carrero Blanco envió un telegrama al gobernador
de aquel territorio, el general coruñés Mariano Gómez-Zamalloa,
ordenándole que cesasen las hostilidades que, oficiosamente, habían
comenzado el 27 de novembro de 1957, cuando un ataque de milicianos
marroquís contra el cuartel de Sidi Ifni causó graves heridas al
artillero gallego José López Castelao, que le causaron un desenlace
fatal tres días después: era el primer recluta muerto en acción de
guerra.
Escribo conflicto y no guerra porque oficialmente no
lo fue: si bien era el ejército español quien luchaba, en el otro lado
no había un país concreto sino una milicia irregular. El enemigo,
digamos, era considerado como unos grupos de bandidos o terroristas a
pesar de que tal milicia se autodenominase Yercht Taharir (Ejército de
Liberación Nacional) y tuviese el apoyo directo del partido nacionalista
marroquí Istiqlal, entonces en rivalidad abierta con el sultán, elevado
a rey de Marruecos como Mohamed V después que Francia (que quería
centrarse en defender Argelia) le concediese la independencia, lo que
obligó a España a hacer lo mismo con su protectorado en el norte de
África.
Soldado de reemplazo en Ifni.
Pero el gobierno de Madrid quiso defender su
presencia en el África Occidental Española que comprendía el enclave de
Ifni y el Sáhara Occidental. Un territorio, el primero, que –tras
setenta años de ser cedido por Marruecos– no había sido ocupado hasta
1934 y que, tras ser dominado por los sublevados en 1936, sirvió de
cantera de soldados de elite profesionales: los célebres Tiradores de
Ifni, formados por miembros de la aguerrida tribu bereber de los Bait
Amrani.
La necesidad de recuperar la memoria daquellos
sucesos se hizo evidente cuando los veteranos que hicieron el servicio
militar en Ifni tomaron conciencia y fundaron diversas asociaciones, las
más activas de las cuales son la valenciana AVILE y la catalana ASASVE;
en Galicia tenemos el importante testimonio del lugués Xosé María Gómez
Vilabella, director de la oficina del Banco Exterior en Ifni cuando
comezó el conflicto; o diversas web, como El Rincón de Sidi Ifni. Una memoria recuperada desde la condición de testigos sea como soldados, sea como antiguos residentes.
O también desde la historia militar, que generó
importantes crónicas. Pero no hubo hasta la fecha un análisis en
profundidad y con criterio científico de lo que realmente sucedió entre
1957 y 1958. De reciente aparición, tenemos la obra del periodista e
historiador Gustavo Adolfo Ordoño, La guerra de Ifni. Cuando la Guardia Mora abandonó a Franco (Almuzara).
Esta obra agrupa la totalidade de la bibliografía
existente sobre el asunto (señaladamente la primera tesis doctoral hecha
con visión geopolítica: La guerra del Ifni-Sahara y la lucha por el poder en Marruecos (2013), de Juan Pastrana, publicada como Arde el desierto, Nowtilus, 2017).
Este ensayo actúa como un manual para encarar las
circunstancias de aquella guerra y las causas de su ausencia durante
años de la historiografía española y, obviamente, de la política
institucional en relación a los derechos y la memoria de los que la
sufrieron. Un silencio que estaría motivado por los intereses internos
del régimen franquista (la aparente incomprensión de la agresión
cometida por los “amigos” marroquís) y por el hecho de que el conflicto
acabó en derrota. Y ya en democracia, por el miedo a que pareciese que
se estaba ajustando cuentas con el pasado con un ejército que aún no
había sido desfranquizado.
Ordoño señala la práctica ausencia en España de
investigación histórica sobre los años del colonialismo y de la
posterior descolonización, y de los conflictos que generó (Protectorado,
Ifni, Sáhara Occidental). Especialmente, si lo comparamos con los
estudios presentes, desde hace tiempo, en las universidades francesas en
relación a su colonialismo en África.
En cuanto al olvido que hubo en el ámbito
institucional, sorprende (hasta cierto punto) que la mayoría de
iniciativas parlamentarias relativas a los derechos de aquellos que
participaron en la guerra de Ifni fuesen promovidas por diputados
catalanes de CiU; o que la primera exposición institucional haya sido La mili dels catalans a l’Àfrica,
organizada por el ayuntamiento de Barcelona y abierta hasta enero de
2019. Incluso en la Ley de Memoria Histórica hay un desajuste del
conflico. No digamos ya como pasaron por el asunto el PP y el Ejército.
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