La ciudad se asienta en la vertiente de una montaña y sus calles conservan la memoria de su historia, especialmente en la gran cantidad de edificios del siglo XVIII.
El edificio que alberga el Ayuntamiento, de estilo académico, empezó a construirse el año 1845, derribándose el antiguo edificio que, desde 1682, alojaba la cárcel y la sala del consejo. Esta función, como sala del consejo, es la que le da nombre a la plaza de la Sala, donde se sitúa la fachada principal. Con planta sensiblemente cuadrada y tres niveles, las fachadas se ordenan alrededor de ejes de simetría formando una interesante composición de huecos. El exterior es de piedra con cubierta a cuatro aguas rematada con una torre en el centro del edificio. Destaca el balcón corrido del primer piso en la fachada principal donde se sitúa la Sala de Plenos, así como la combinación de ventanas y balcones en las fachadas laterales. En el interior destacan el vestíbulo de entrada con la escalera abierta en dos brazos y situada de forma exenta en posición centrada respecto al eje de simetría del conjunto y los artesonados de los techos.
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