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Fuente: Periodistas en español

Marruecos, colegio electoral, 2016.

Tras las elecciones del viernes 7 de octubre de 2016 en Marruecos, los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) han conseguido mantener y aumentar su representación, cinco años después de haber accedido al Gobierno, alcanzando los 125 diputados del total de 395 con que cuenta el Parlamento marroquí, 18 más de los que consiguió en las legislativas de 2011.

El PJD se hizo con el primer lugar tanto en los escaños por circunscripciones (98 de 305) como en la ‘lista nacional’ reservada a mujeres y jóvenes (27 de los 90 escaños en juego). Se prevé que repita como jefe de Gobierno Abdelilá Benkirán, quien llegaría así a una década ininterrumpida en el poder, algo poco habitual en los gobiernos en Marruecos.

Fuente: Pax Augusta

Fotos que colgaron en sus redes sociales los jóvenes de Sidi Ifni. (Fuente El Mundo)

La capital de Ifni llegó a ser una ciudad más con ese aire provincial que tienen las capitales de provincia en España. No fue por el “decretazo” que dio Francisco Franco y su premier Carrero Blanco en enero de 1958 para convertir ese trozo de tierra y el Sáhara Occidental en provincias españolas, en un vano intento de frenar la presión internacional en la incipiente “era de las descolonizaciones”. Lo fue por tener una bella Plaza de España ajardinada, con su monumento central de rigor, por tener una avenida principal con bulevar e, incluso, como cualquier otra ciudad costera, un coqueto paseo marítimo. Es cierto también que tenía todo el aspecto de “plaza fuerte” de todas las ciudades españolas en África, rodeada de cuarteles e instalaciones militares, como mantienen en cierta manera (adaptadas a su tiempo) “las plazas” de Ceuta y Melilla.

Fuente: Le 360 (en francés)

Sáhara marroquí (Foto: DR)

La Comisión de justicia del Parlamento español, acaba de aprobar un proyecto de ley que permitirá la concesión de la nacionalidad española en dos años a los emigrantes nacidos en el Sáhara marroquí. Esta nueva ley tendrá repercusiones negativas sobre las relaciones entre ambos reinos.

Los emigrantes marroquíes deseando la naturalización española estarán sometidos a una nueva ley en el vecino del Norte. En efecto, «la Comisión de la justicia del Parlamento español acaba de validar por unanimidad un proyecto de ley que permitirá a los inmigrados marroquíes nacidos en las provincias del Sur, obtener la nacionalidad española al cabo de dos años solamente». Esta ley ya se aplicaba a los emigrantes de América Latina, Guinea Ecuatorial y la República de Filipinas, antiguas colonias de España.