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Fuente: El Rincón Sapiente

Husein, Pepe y Juan Carlos en Sidi Ifni.

En el mes de junio, mi esposa y yo visitamos por primera vez la antigua ciudad colonial española de Sidi Ifni. Nos lleva hasta allí nuestro deseo de conocer mundo y, sobre todo, las ganas de averiguar parte de esa historia tan poco conocida en esas tierras africanas.

Es sorprendente ver cómo a cientos de kilómetros de la Península Ibérica, tras haber estado en otras ciudades árabes en las cuales no escuchas nuestro idioma, cuando hablas español, en Ifni, los lugareños vuelven la cabeza, te miran y te preguntan «¿Español? Oh… cuánta nostalgia…».

Fuente: trocha.org.es
(3/6/2009)

Retazos de nuestra historia

Pie de foto original de la agencia EFE: Muchachos musulmanes y cristianos de la Organización Juvenil Española de Sidi Ifni, que asistirán a los cursos organizados por la Universidad de Verano de Tarragona, en el momento de embarcar en el avión que los llevará a la península, en 1964.

En la costa del Sahara, en las proximidades de la isla de Lanzarote, del archipiélago canario, existe una ensenada en cuyo centro desemboca un río que los naturales llaman Ifni. Un poco al interior y cerca de la playa se halla el sepulcro del santón Sidi Ifni. Detrás de este morabito se levantó el cementerio de la localidad indígena de Ifni.

El territorio de Ifni y otros próximos del litoral, a la llegada de los españoles, en 1934, estaba poblado por los “ait-buamram”, indígenas de regular estatura, cetrinos, nerviosos y ágiles.

La superficie de este territorio se calculó en 2.500 kilómetros cuadrados, y su población en 20.000 habitantes, que vivían de la pesca y del cultivo de dátiles y frutas.

Hablar de Ricardo Ugarte, fuera de su faceta militar, es poner de relieve que se trata de un famoso escultor perteneciente a la Escuela Vasca de Escultura

Ricardo, en mi despacho de Alicante, ante algunos 'trofeos' militares.

Hace varios años que mantengo una excelente relación con RICARDO UGARTE DE ZUBIARRAIN, y con su esposa, la conocida escritora vasca JULIA OTXOA, y tenía noticias de que estaba preparando un libro sobre su servicio militar obligatorio en Sidi Ifni que, entre 1.964-1.965, prestó en el Grupo de Artillería-Auto 105/26, noticia confirmada al recibir un ejemplar del mismo, profusamente ilustrado con fotografías de la época; es tan ameno que lo he leído de un tirón. Su título MEMORIAS DE SIDI-IFNI se ciñe al contenido: son las vivencias de un joven vasco de 21 años de edad, que con sus problemas familiares en la mochila tuvo que desplazarse desde la verde Guipúzcoa a los inhóspitos pedregales de Ifni, cambiando sus útiles de artista diseñador por el mosquetón máuser (primero) y por los cañones después.