Portada del libro: Historias secretas de Ifni (Hablan los soldados)

Fuente: Diario Marítimas

El territorio de Ifni fue en su tiempo uno de los destinos menos apetecidos del servicio militar obligatorio por las durísimas condiciones en que éste se desenvolvía. Pues bien, el libro "Historias secretas de Ifni" (Hablan los soldados), de Manuel Jorques es el fruto del trabajo de recuperación de la memoria de quienes estuvieron allí como clase de tropa y por obligación.

El autor da una visión de aquel tiempo y lugar ampliamente desmitificadora y ajena a todo triunfalismo, con algunos testimonios de importante valor histórico que obligarán a reescribir ciertos episodios. Tales la desconocida rebelión habida en Telata de Isbuia en 1947, el asedio sufrido por el cuartel de policía en ese mismo lugar durante la guerra de 1957-1958, en cuyo relato el declarante pone en tela de juicio el acierto de la defensa habida, o el secuestro de los españoles que capitularon en el puesto fronterizo de Tabelcut, y que fueron sometidos a torturas y vejaciones en Marruecos. Asimismo reviste especial interés el "Diario de operaciones" de la guerra de 1957-1958 del soldado José Sabater Fernández.

En cuanto a la vida de los soldados, prácticamente todos coinciden en recordar su dureza y la precariedad de las condiciones sufridas. "La disciplina –dice uno de ellos– era férrea, la comida escasa y mala, el vestuario exiguo, el armamento obsoleto y la higiene nula. Iban todos sucios, malolientes y estaban "comidos" por las pulgas, las chinches y los piojos, mientras que las posiciones de la montaña –y hasta el propio campamento de reclutas– las tenían que compartir con enormes y asquerosas ratas, amén de serpientes, escorpiones y otros diversos bichos". Jorques relata que ello dio lugar a un alto índice de suicidios.

Curiosamente "ninguno de aquellos españoles que pasaron por Ifni ha sido capaz de explicar cómo y por qué los recuerdos de aquellos tiempos y de aquella árida tierra se han incrustado en sus corazones. Este territorio que fue provincia española, que ha desaparecido de los mapas y de los libros de texto donde estudian los escolares, que es desconocido para el noventa y nueve por ciento de nuestra sociedad, nunca morirá mientras quede uno solo de los españoles que allí servimos a lo que en aquellos tiempos se llamaba patria –España– como meros soldados rasos, con desinterés, abnegación y disciplina".

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